En el marco del compromiso continuo de la Alianza por la Salud Renal para promover la detección temprana y la prevención de la enfermedad renal crónica, se llevó a cabo el panel «La Importancia del Tamizaje y la Prevención Secundaria». En este encuentro participaron destacados especialistas: el Dr. Ricardo Correa-Rotter, el Dr. Miguel Ángel Díaz Aguilera, Director del Programa de Salud en el Adulto y en la Persona Mayor del CENAPRECE; el Dr. José Manuel Arreola, Director del Instituto de Atención Integral de Enfermedades Renales del Estado de Aguascalientes; la Dra. Alied Bencomo, representante de la OPS; y como moderadora, Marisol Robles Morales.

El Dr. Miguel Ángel Díaz Aguilera destacó la urgencia de implementar estrategias efectivas de tamizaje en México, dada la alta prevalencia de enfermedades cardiometabólicas en la región. Subrayó que la detección temprana permite identificar a pacientes con factores de riesgo y aquellos con alteraciones en la función renal, lo que facilita intervenciones oportunas para prevenir su progresión.

Por su parte, el Dr. José Manuel Arreola enfatizó que la clave para mejorar la detección es adoptar un enfoque proactivo, similar al de las campañas de vacunación, donde se busca activamente a la población en riesgo en lugar de esperar a que acudan al médico. Presentó datos obtenidos en Aguascalientes, donde un programa de tamizaje permitió estratificar a la población en distintos niveles de riesgo, revelando que aproximadamente el 25% de los pacientes con factores de riesgo presentaban algún grado de albuminuria, un marcador temprano de daño renal. Del total de personas diagnosticadas con albuminuria, solo un 30% estaba bajo seguimiento médico adecuado antes del tamizaje, pero tras la intervención, el 75% recibió seguimiento y atención para prevenir la progresión de la enfermedad. Estos resultados subrayan la importancia de la detección temprana y de la continuidad en la atención médica, asegurando que los pacientes sean tratados de manera oportuna y efectiva.

El Dr. Correa-Rotter reafirmó que, aunque la implementación de programas de tamizaje es un desafío, es posible lograr avances mediante alianzas entre el gobierno, la sociedad civil, la academia y la iniciativa privada. Destacó experiencias exitosas, como las estrategias implementadas en Tlalpan, Xochimilco y Tláhuac, que involucraron esfuerzos coordinados entre distintos sectores para capacitar a los médicos de primer contacto.

Finalmente, se resaltó que la comunicación del riesgo es clave en todos los niveles: los profesionales de la salud deben contar con protocolos claros para la detección y tratamiento oportunos, mientras que la población general necesita mensajes sencillos y accesibles que fomenten la prevención y el autocuidado.

La Alianza por la Salud Renal continuará impulsando estrategias y colaboraciones que permitan transformar la detección temprana y la prevención secundaria en una realidad para miles de pacientes en México.